Elucubrando con el corazón
Aceptar el futuro es la mejor forma de entender el pasado, y no al revés. En realidad, mucha gente vive engañada, felizmente engañada, por la promesa de que todo lo que vendrá será bienvenido, sea lo que sea… y no se dan cuenta que todo no fue bueno, que aquello de que todo tiempo pasado fue mejor son sólo palabras que se lleva el viento junto con lo malo que ocurrió.
Cada mañana, el hielo cubre la calle y se posa sobre nuestras cabezas, disolviendo todo aquello que no queremos en nuestro mundo… y así nos va. Prefiero saber que voy a morir a imaginar que nunca lo haré, es la magia de la memoria. Y hoy sigo vivo, sin nada más que hacer ni que decir que pueda aportar algo, tan sólo mediocres palabras dignas de cualquier charlatán que, aunque verdades, realmente no pasaría nada si no existiesen. Hace tiempo, unas palabras se quedaron grabadas en mi corazón: nadie es imprescindible, aunque no sea justo ni necesario decirlo, pero uno solamente aporta aquello que los demás permiten.
No hay bombones, no hay melodías ni mañanas claras, todo está en nosotros, en el engaño que se ha construido para desmitificar el dolor y que tanto daño hace. Nada se derrite porque no hay calor o frío, nada es real hasta que no pensemos que lo es y, aún así, hay que tener cuidado por si sigue sin serlo.
0Comments
Publicar un comentario
<< Home