Cursor by www.Soup-Faerie.Com Crónicas de una hoguera: La vida según un psicópata

Crónicas de una hoguera

viernes, octubre 05, 2007

La vida según un psicópata


Todo es de color ácido, pausado, lento, demasiado lento para mí. Todos frotan sus manos ante un frío inexistente, no entiendo cómo se pude llegar a ser tan cínico. Yo estoy loco y no me importa reconocerlo, tan sólo no lo digo porque no me lo preguntan. Las preguntas aliviarían más de un mal en el mundo. Todo sería más fácil reconocer que se es un ladrón… al final se robaría más, pero la gente no se sentiría atacada en su intimidad. Y a propósito de intimidad… ¿qué significa eso? Parece como un eslogan de la televisión para vendernos la burra de que somos completamente dueños de nuestro mundo… libres. Y eso de libertad… ¿qué es eso? ¿Qué se puede decir barbaridades en una noche de borrachera pero al día siguiente todo se vuelve igual de gris y oculto que siempre? No lo entiendo. Si se piensa algo, se lleva hasta las últimas consecuencias, da igual lo que pase, ya sea a uno mismo o a los demás… quien tenga que entenderlo lo entenderá, y si no lo hace es porque no debería haber intentado entenderlo siquiera.

A mi me parece que están todos locos, que la gente necesita de ataduras para sentirse libres; que el agobio de sus amigos, su familia, su pareja son las que realmente les hace libres… absurdo ya de por si. Yo lo tengo muy claro: la libertad sólo se puede tener en soledad, la intimidad se busca y, cuando se encuentra, se agarra y se pelea por ella sin tener que dar explicaciones. Y el pensamiento de uno es el fin último que se debe seguir… quien se ponga en medio que se atenga a las consecuencias… así más de uno seguro que se aparta tímidamente… y a la vuelta de la esquina sale a correr. Estúpidos, no saben que da igual, que todo es lo mismo, tan sólo un mundo sin guerra es lo que podría arreglar la decadencia del ser humano. Pero no hablo de las absurdas guerras de bombas, tiroteos y uniformes, esas son necesarias para el hombre… es la única forma de medir quién es el más gallito de todos. Yo me refiero a las guerras interiores, las que se tienen con uno mismo, las que no dejan descansar en paz por la noches… esas que todos tienen, todos menos yo. La vida es mucho más simple que eso: a quién se enoje que se de media vuelta, el que se interponga… no importa lo que le pase si yo estoy bien, al que me ayude no le agradecerá nada ya que si lo hace es porque él quiere, no porque se lo pida… y así todo. Es bastante simple. Y ya voy terminando de escribir que se me acaba la sangre del último que se me puso en medio y no estaba de acuerdo conmigo, y lo mejor es que yo no hice nada, sólo me aparte levemente y dejé paso a su cuello hasta mi cuchillo que descansaba plácidamente entre mis dedos. Me gusta jugar con mi cuchillo… corta y pincha, pero brilla más que una estrella cuando se pone bajo el sol… toda una belleza. Tendré que pensar en dónde esconder el cuerpo, y no porque me de miedo que lo descubran, sino porque hoy me siento cansado para tener que ajustar cuentas con más personas, y además no es que me guste el mal olor en mi casa, yo siempre he sido un maniático de la limpieza, no soporto que algo esté desordenado, lo debo ordenar, es como si un pedazo de universo se rompiese en cada cosa que está mal colocado. Y con las personas pasa lo mismo, no soporto el desorden…