Cursor by www.Soup-Faerie.Com Crónicas de una hoguera: Guerra de autómatas

Crónicas de una hoguera

martes, diciembre 01, 2009

Guerra de autómatas

DIA 1. AÑO 2246.
8 de la mañana: Inicio>Programas>Turn On… La unidad 13 despierta. Un chirrido metálico resuena en el almacén. Antes se encontraba repleto de autómatas, pero tras la segunda revolución de los robots, éste era el último que continuaba allí, gracias a su, por decirlo de alguna forma, dueño. Años atrás, cuando el boom de la tecnología robótica llegó a su apogeo, el doctor Guerrero compró por correo un kit de montaje de un eficiente androide que, con el paso del tiempo, lo que comenzó como una relación amo-sirviente, se convirtió en una profunda amistad.

El doctor sabía que los sentimientos de su amigo eran fruto del chip “R-24F”, que causó todo el revuelo durante los años siguientes, ya que los robots tomaron plena conciencia de su existencia, su situación de desventaja con la humanidad y quisieron reclamar una parte de ese mundo que consideraban tan fácil de compartir entre ambos.

Los “sangrantes”, que era como los “metálicos” habían llamado a los humanos, eran considerados menos “humanos” que los propios robots. Los robots podían hacer lo mismo que los hombres, con la ventaja de no sentir cansancio, dolor o necesitar alimento tan rápidamente. La batería celulósica de Iones hacía que la energía atómica pareciera un juego de niños. Gracias a ella, el funcionamiento de los robots estaba asegurado durante milenios. Todos y cada uno de los robots se conectaban por microondas a la unidad central de energía, situada bajo tierra en un lugar inaccesible sin medios adecuados.

Así, entre 13 y Mario había una complicidad que no se hubiera comprendido fuera de aquellas paredes de ese viejo almacén que hacía las veces de laboratorio de investigación. A ellos les bastaba.

Mario estaba desayunando tostadas con café. Al oír el chirrido de 13, se giró lentamente y, con una sonrisa en la cara, le dijo:

-Buenos días, 13.
-Buenos días, amo.- Contestó 13.
-No empieces tan temprano con esas estupideces, por favor. Sabes que odio esa palabra y sólo la dices para fastidiarme.
-Lo siento, Mario, consideré que sería oportuno empezar el día con humor.
-¿Qué ocurre, 13?
-Ya lo sabes.- Respondió 13.-Hoy es el día en que moriré.
-¿Todavía con ésas? Te he dicho que tus datos son incorrectos. No hay nada más allá de la barrera de fotones. Ningún humano o robot puede traspasarla. Es absurdo creer que la batería va a ser destruida. No te preocupes, en serio.
-Así será entonces.- Sonrió 13 de forma burlona.