El caballero negro (2ª Parte)

El caballero despertó al fin. Habían pasado cinco días desde su llegada al poblado. En ese tiempo, cada casa, cada habitante de la aldea tenía su propia historia sobre l misterioso personaje. Por cada esquina se oían rumoresde su heroico pasado y de innumerables batallas en las que salió victorioso.

Al conocer la noticia de su vuelta a la vida, todos se acercaron a la cabaña de la hechicera, que le había estado cuidando desde que llegó, para escuchar sus aventuras y el porqué de su irrupción aquella noche que ahora parecía tan lejana. Vinieron seres de todo el valle, seresde las mismas razas que se reunieron alrededor del fuego para firmar una tregua entre sus pueblos ante la inminente batallaque se avecinaba, y que necesitaría de la mayor de las alianzas jamás vista en todo Ragnull.

Kendra, la hechicera, le tendió un cuenco de bayas de verdisenta, que apuró agradecido. La bruja se quedó mirando fascinada sus ojos. Aunque su cuerpo había sanado, en su mirada se veía un dolor más profundo que el de cualquier herida hecha por la más poderosa de las espadas.

En el exterior de la cabaña se iba formando un verdadero tumulto de lo más pintoresco, una mezcolanza de elfos, humanos, hadas, magos y demas seres del valle se reunían entorno a la cabaña, aguardando el momento.