Cursor by www.Soup-Faerie.Com Crónicas de una hoguera: noviembre 2008

Crónicas de una hoguera

lunes, noviembre 17, 2008

Estoy

Estoy, que es más de lo que pueden decir otros en la Verdad del hoy. Debería sentirme orgulloso de lo que he hecho hasta ahora, de lo que he conseguido, pero no puedo evitar pensar en qué pude hacer mal, en que si hago daño es sólo error mío y no puedo culpar a fantasmas ajenos. Cada vida es un mundo diferente al resto, diferentes por cosas tan pequeñas como abismales entre sí. Hoy deseé más que nunca que fuera viernes y refugiarme, pero no es así, sólo es domingo de madrugada y nada se ha parado, nada afecta alrededor. Hoy he muerto un poco, y nada es diferente. He sentido frío, un frío tan intenso que nada podría hacerme entrar en calor, y eso me mata cada minuto que pasa. No sé qué ocurrirá mañana, pero hoy estoy de nuevo cerca del abismo y noto que mi piel se reseca y engorda por momentos, de hecho es lógico que la tregua que me dio haya terminado, nada es inmutable, todo cambia, todo sucede, todo tiene solución. Algunas no son de nuestro agrado, otras sí, por suerte para algunos. Pero hoy la solución se reserva una aparición silenciosa, en la soledad de una habitación en penumbra donde han aparecido algunos cajones desvencijados por el paso del tiempo. Hoy todo pasa sin preguntar, sin mirarme a la cara, sin que nada ni nadie se fije en el de más allá, y yo siento como si dejara mi cuerpo atrás y volara tan alto que la cera de mis alas no se quemara por el sol de medianoche. Sigo a la espera, cierto, pero no espero nada. Sé que mi lugar está ahí, en la sombra, como apoyo y nada más. Algún día se me mostró la dulzura, pero puede que esos días no vuelvan por mucho que los busque. Por eso debo pensar en ser lo que mejor se me ha dado desde siempre, y más ahora que el resultado importa tanto. Da igual el yo, tan sólo me preocupa el tú, y ahí estaré hasta que la lava se solidifique en un mar de plata sobr el que me mantengo, esta vez, en una balsa de piedra. Debo pensar que, al menos, esta vez no estoy en la otra orilla, sino vislumbrando el fondo del río desde donde mejor puedo estar ahora: a tu lado y, a la vez, tan lejos.

jueves, noviembre 13, 2008

Día de mierda

Hoy es mejor olvidar, el mañana queda aun muy lejos, casi como si no llegase jamás. Seguro que los duendes se afilan los dientes con cortezas de árboles muertos, eso lo sabré mañana, o quizás no.

domingo, noviembre 09, 2008

A las puertas del cielo en la noche de reyes

Hoy es la noche de reyes, y en mi lista sólo hay un regalo. No sé si para mí o no, pero lo único que quiero en este momento es eso, no hay nada más allá de algo tan simple y a la vez tan complejo. Aún guardo ese deseo que ayer estuve a punto de concederme y hoy he decidido que nunca gastaré, no sería ético obligar a hacer algo que no surge como por arte de magia, esa magia que hace que sonría mucho más de lo que nunca nadie ha conseguido.

Hoy sólo quiero una cosa, y espero ser yo el rey que pueda envolver ese regalo y dártelo. En realidad, eso poco importa, pero me haría más feliz aun si pudieras mirar a través de mis ojos y enseñarte el mundo tal y como yo lo veo, a veces tan enrevesado como un jardín lleno de zarzas y otras tan acogedor como una colina alfombrada de verde al atardecer. El resto es un tiovivo que hay que aceptar y disfrutar, aun cuando el mareo nos inunde y queramos vomitar de odio por la injusticia. Todo se puede arreglar por muy oculto que parezca, por muy lejos que se vea… nada es imposible.

lunes, noviembre 03, 2008

Regreso al futuro

Hoy me siento humilde, como si las gotas de lluvia no pudieran seguir más allá de mi piel. A pesar de la alegría, de la niñez recuperada y la locura envuelta en un gran lazo rojo, no puedo evitar recordar cada palabra, cada susurro, cada lágrima que no he visto y he sentido como si fuera mía. Y la espada se encuentra más afilada que nunca, a la espera de blandirse ante demonios y dragones que amenazan un futuro ya torturado gratuitamente por la severidad del destino. Todo se resume en eso: luchar. Luchar por la verdad, la justicia, el honor, la igualdad, el amor, el orden desordenado de una canción que suena tan sólo en la cabeza, la agonía de una noche fría en la que el calor se vuelve tan necesario como explotar en un sollozo ahogado, reír sin parar a la espera de un chiste sin final sombrío…

Cada mañana despierto mirando al techo, tal y como estuve haciendo la noche anterior, a la espera de esa frase que sirva de palabras mágicas con la solución debajo del brazo… y no llega. Sé que sólo es cuestión de tiempo, que todo tiene solución aunque no sea perceptible aun cuando esté justo delante de nosotros, pero me gustaría saber qué decir por una vez, sólo una vez. A pesar de todo, sigo esperando una respiración alegre sin reservas, sin peros, sin descansos, sin nada que temer… y está ahí, justo delante, aunque aun no lo veamos.

No pienso desistir, no quiero abandonar, no sueño con más momentos amargos en la soledad de una noche de fiesta, no hay que debatir sobre si es conveniente, sé que lo es. La elección es nuestra, sólo resta vivir, el resto es insignificante.