Cursor by www.Soup-Faerie.Com Crónicas de una hoguera: marzo 2006

Crónicas de una hoguera

miércoles, marzo 29, 2006

He perdido el reloj. ¿Qué hora será? Ahora eso da igual. ¡Otro trago! Felicidad, qué bonito nombre. Estaba en mi bols¡llo. ¿Por qué? ¡Qué más da! Nos vemos en el infierno... ¿Otro? ¡Venga! Metengo que ir. Sólo un rato, ¿eh?. Espera, un cigarro. No, no puedo...no. Ahora vuelvo. ¿Dónde está la luz? Ya, lo siento. Gracias. Tengo que irme, de verdad. Estoy bien, que si. Ya te llamo, ¿vale? ¡Vaya cara! Das pena. Duele. ¿Para qué corres? ¿Podrás? Espera, mejor un cigarro.Todavía hace frío...¡Cómo me gusta el silencio! Voy a ver esas fotos. Nunca tendré una así. Das pena. ¡Qué dolor! Tranquilo, no sirve de nada. ¡Ese tío no duerme! Ahopra pegaba una cervecita. Cigarrito...Bueno, da igual, cojo más. ¡Qué asco! Por qué poco... Megusta el silencio. ¡Qué recuerdos! Es muy tarde. Se acabó. ¿Puedes? Si. Ya llegaste, ahora despacio. Buenas noches. No pienses, duerme...

miércoles, marzo 22, 2006

El síndrome del vaso de ColaCao

Retomando nuestro olvidado cursillo, en esta ocasión el tema que nos ocupa es el llamado "síndrome del vaso de ColaCao". Contrariamente a lo que se puede pensar, este síndrome nos aborda a todos en algún momento de nuestra vida. La teoría es sencilla: cuando era pequeño me gustaba tomarme un colacao en un vaso de una forma determinada. Este vaso, debido a la especial percepción que tenía de la realidad, era comparable al tamaño de un cubo para una persona adulta. No sé la razón, pero me encantaba ese vaso. Con el paso de los años, el vaso sigue estando en mi casa, pero la esencia la ha perdido. Se ha convertido en un vaso más, sin ninguna habilidad especial.
El síndrome toma forma en elementos muy distintos, pero todos tienen en común la magia que se esconde en ellos. Es un vínculo muy especial que se crea entre la persona y el objeto, momento o lugar portador del síndrome.
Como todos sabeis, este síndrome tiene cura. De forma automática, con el paso de los años, los efectos van disipándose hasta desaparecer por completo en muchos casos. Es lo único malo de esta enfermedad: su cura y olvido.
Pues bien. Para los interesados en mantener ese síndrome vivo les diré que, con esfuerzo y tesón, pueden intentar paliar su desvanecimiento e, incluso, se han dado casos de reforzamiento, conocido como la "terapia PeterPaniana". Podemos fijar nuestra atención en las pequeñas cosas de la vida, las importantes en verdad. Podemos ver la magia que se esconde en un árbol que tiene esa forma que recuerda a un malo de las películas. Podemos lanzar esa piedra al rçio e intentar que rebote en la superficie las veces que pueda, para batir un record imaginario. Podemos hacer lo que queramos...el límite: nuestra imaginación.

lunes, marzo 20, 2006

Aquel refrán

Me parece absurdo, pero sigue siendo igual. Desde el principio de los tiempos ha sido, es y seguirá siendo. Una y otra vez no termino de comprender que, aunque se conozca a uno, no todos son así. Enorme es la suerte que tengo de haber encontrado a uno, y que él se deje encontrar por mi. Sin embargo, doy una voz de alarma para los que crean que "to er mundo e güeno". Ahí va un refrán que os guiará por las absurdeces de la existencia:
"El que con niños se acuesta, meado se levanta". Sé que se toma a broma, pero recordad por vuestro bien estas palabras, o asumid las consecuencias. Si no usas nunca cerillas, no te quemarás. Felices sueños, queridos niños.

lunes, marzo 13, 2006

Feliz vuelo

Hoy he decidido coger mi vida por las riendas y hacer con ella lo que quiera. ¿Dejar de fumar? Creo ni hablar. Ni siquiera lo voy a intentar. Y no es porque tenga tanto mono que intente autoengañarme con excusas baratas. En absoluto. La cosa va así: Si la vida ha decidido negarme algunas de las cosas que necesito, no voy a ser yo el que también me niegue algo que me gusta hacer. Parecerán declaraciones de un adicto al tabaco. A lo mejor sea eso, pero no pienso quitar lo único de mi vida que me llena justo cuando quiero que lo haga. Suena patético, incluso arrogante…da igual. ¿Y el dinero? Está para gastarlo donde, cuando, como y con quién quieras. ¿La salud? Si fuera ese el motivo…no es así. Si la vida me niega algo, fumando lo peor que puede pasar es la muerte. Y eso da igual. Si la vida me priva de cosas, el único as que tengo en la manga es controlar cuando y donde sea el término de ésta. Lo único que podría hacer la vida es prolongarme hasta cuando menos lo esperase, pero ya lo espero, así que partida ganada.
La pregunta es: ¿Te crees de verdad todo esto? Por supuesto. Nunca estuve tan seguro de nada, si no, lo recordaría perfectamente. No es que no me importe vivir o morir, que no me importe nada. Al contrario. Importa todo más que nunca. Y si alguien tiene que caer, procuraré no ser yo y apartarme para no caer con él. Por primera vez voy a sacarle todo el partido que pueda a lo poco que tengo. Atrás se va a quedar el que quería el bien de todo y todos, el que anteponía el bienestar de los demás al suyo propio. Se acabó el buen chico. Sé que eso no sale porque uno quiera, pero al menos se intentará. Gritaré por fin que también existo. Y, simplemente, el que se ría, llore, o le suene de alguna manera esta declaración de guerra, que se vaya a la mierda. Es todo lo que tengo que decir.
Y tras estas dificultades técnicas, continuamos con la programación. Existen varias salidas en caso de emergencia, para su tranquilidad. Abróchense los cinturones y relájense para disfrutar del viaje. Feliz vuelo.

lunes, marzo 06, 2006

En nombre de John Doe

Pocos son los que lo saben. En realidad, la mayoría ni se plantea que algo tan cotidiano como un nombre pueda tener unos valores casi alquímicos. Incluso tachan de loco a todo el que siquiera sugiera que algo tan simple pueda marcar el destino de la persona.
Ya en la antigua Grecia se creía que los nombres poseían un grado preciso de poder, dependiendo del significado, orden y número de letras que lo compusieran, enmarcado todo ello en una técnica de tono claramente cabalístico. Ejemplos de estos "nombres poderosos" son Heracles, Aristóteles o Thales, usados de forma recurrente en la época para otorgar al niño un gran poder y, por ende, un mejor destino.
Dejando aparte la numerología, astrología y demás pseudociencias más o menos discutibles, actualmente , bien por Etimología, Historia o Mitología, cada nombre representa una imagen que, a su vez, es el estandarte de la persona. Unas veces son cualidades o actitudes, otras recuerdan hechos relacionados con el nombrado o el entorno de éste. Surgen así, nombres como Ángel (mensajero o enviado), Guillermo (voluntad de hierro), Adrián (el que viene del mar), Alfonso (combatiente o valeroso), sólo por citar algunos pocos.
Pero lo relamente curioso en esta perorata pedante llena de absurdeces, es que no es sino una máscara inventada quien sabe cuándo, cómo ni por quién, con el único propósito de ocultar al mundo y a nosotros mismos que, cada ser, cada persona, cada árbol, cada piedra posee un nombre oculto que identifica lo más profundo de su alma. Sería algo como el espíritu guía en la cultura chamánica del mal llamado viejo oeste. Unos son utilizados por azar sin comprender su verdadero potencial, otros nunca se descubrirán.
Quizás fuera un sueño, a lo mejor una revelación, en último caso da igual. Lo que sí que importa es que descubrí el mío. Sólo me resta una última consideración:
¿Cuál es el vuestro?

jueves, marzo 02, 2006

Sueño de una noche de invierno

A todos nos ha pasado alguna vez. Ese instante en el que, sin ningún motivo, te miras al espejo. Pero no para peinarte, maquillarte, afeitarte... sólo para mirar. Nos miramos directamente a los ojos, observando, interrogándonos mucho más que en cualquier diálogo interno que tengamos.
Es como si no nos conociéramos, como si fuera la primera vez que nos vemos. Podemos sentir mil imágenes en un segundo, que se retroalimentan con el reflejo. Solos tú y tú. La vida se para a la vez que el tiempo se acelera más y más.
A mi me ha pasado hoy. Mis ojos me mostraron la noche de carnaval con la excusa oculta de la proyección de toda una vida. Y la película no la había visto nunca. El guión era nuevo para mí y no conocía al protagonista.
Y elegí disfrutar del argumento escrito sólo para mí. Nos vemos.