21 dias antes
Hace unas 3 semanitas escribí algo a las tantas de la mañana, entre las sábanas, en uno de esos momentos en los que se hace difícil no tener un balance de todo lo bueno y malo, lo pasado y lo presente, el interior y el exterior, lo posible y lo improbable... y tuve la irrefrenable necesidad de escribir a oscuras. Por primera vez, cogí una libreta sin encender ninguna luz y dejé que fuera mi mano la que iluminase el papel... creí que no se entendería, que sólo habría un montón de garabatos... pero a la mañana siguiente, me sorprendí con un papel en el que, con una letra más horrible de lo habitual, se entendía lo que la noche anterior necesité escribir. Creo que hoy ha llegado el día de plasmar esa locura nocturna:
La nada, el único ser vivo capaz de comprender la indiferencia. Una cuidada estrategia pone al descubierto algo tan simple como la verdad entredicha. Quizás si todo se vuelve penumbra es porque el mago nunca tuvo ases en la manga ni sabiduría para mostrar su baza. Campanilla ha muerto, y Wendy nunca volvió a soñar más allá de su niño perdido. Y la sombra de un Peter Pan venido a menos resuena entre los escombros. Todo se nubla, ojalá oscureciera, todo sería máss sencillo: libertad.