Cursor by www.Soup-Faerie.Com Crónicas de una hoguera: junio 2009

Crónicas de una hoguera

martes, junio 30, 2009

21 dias antes

Hace unas 3 semanitas escribí algo a las tantas de la mañana, entre las sábanas, en uno de esos momentos en los que se hace difícil no tener un balance de todo lo bueno y malo, lo pasado y lo presente, el interior y el exterior, lo posible y lo improbable... y tuve la irrefrenable necesidad de escribir a oscuras. Por primera vez, cogí una libreta sin encender ninguna luz y dejé que fuera mi mano la que iluminase el papel... creí que no se entendería, que sólo habría un montón de garabatos... pero a la mañana siguiente, me sorprendí con un papel en el que, con una letra más horrible de lo habitual, se entendía lo que la noche anterior necesité escribir. Creo que hoy ha llegado el día de plasmar esa locura nocturna:

La nada, el único ser vivo capaz de comprender la indiferencia. Una cuidada estrategia pone al descubierto algo tan simple como la verdad entredicha. Quizás si todo se vuelve penumbra es porque el mago nunca tuvo ases en la manga ni sabiduría para mostrar su baza. Campanilla ha muerto, y Wendy nunca volvió a soñar más allá de su niño perdido. Y la sombra de un Peter Pan venido a menos resuena entre los escombros. Todo se nubla, ojalá oscureciera, todo sería máss sencillo: libertad.

domingo, junio 21, 2009

El nuevo 23 de Junio

Llevo unos días pensando sin parar en cómo hubiera sido todo... y me estoy muriendo como una hoja que se cae en una hoguera en verano. Tiene gracia que se vuelva a acercar ése 23 de Junio que tan raros se me presentan cada año. En esta nueva edición, ni idea de lo que puede depararme, pero en realidad si el año pasado estaba animado, alegre... feliz, ahora he comprendido que no debo estarlo, que sólo puede empeorar las cosas. Así que p0r primera vez estoy preparado, sin caballo, sin mi yelmo... sin todo eso que me sobraba en mi vida y que ahora me encontré al mirarme al espejo.

Este año es un reto para mí, renovarme como si la realidad de San Juan y sus hogueras purificadoras tuvieran una base de magia real, cuando en realidad nunca hubo una época de dragones y princesas a las que salvar... demasiadas tengo en mi libro de agravios como para ver que nunca lo fueron realmente. Esta ocasión quiero hacer algo diferente, improvisado, sin nada que planear... porque los malos no planean, sino analizan.

Y tras la cortina de luces y alcohol que encontraré, huiré de princesas ahogadas a medianoche, coyotes venidos a menos acechantes de una presa fácil a través de una apariencia creada para llamar a la guerra a malvadas cutres... tras ese baile de máscaras, no Guille... sino Guillermo estará, esta vez, preparado.

martes, junio 16, 2009

VACIO



Sin nada, así me encuentro. Como una última oportunidad antes de saltar al barranco, así me sentía... y la vida me ha demostrado que no, que no se vive de ilusiones. Hubiera sido bonito, genial, maravilloso... hubiera sido, pero no puedo hacer nada porque lo sea.

Como última buena acción de mi anterior vida, deseo que pueda ofrecer algo que yo no pude, o no supe dar. Creo que no hice todo bien, pero tampoco fue demasiado malo, al menos eso creo. Estar a mi lado es, o mejor dicho era, muy difícil, ingrato a veces, absurdo otras, y lo reconozco. A partir de ahora sólo me queda lanzar un último suspiro antes de lanzarme al vacío. Atrás dejo un caballero andante con pocas luces y aires de grandeza. Harto estoy de Don Quijote... llega el momento de poner esa armadura que un día me quité para nada. Ya la tengo adaptada, en realidad creo que esperó paciente en el fondo del armario para volver a ver la luz... y ese sol ya ha llegado, y creo que si puedo no volveré a esconderla de nuevo. Bien pensado es incluso hermosa, sólo se trata de saber llevarla con clase y, modestia aparte, me sobra para llevar esa y cien más como la que ahora visto.

Creo que me convertiré en un gato negro, pero no por su belleza, sino por su recelo, esquivo, fiel sólo a sí mismo. En realidad tiene gracia que siempre haya preferido a un perro bobalicón apoyándome en algo tan estúpido como su lealtad, nobleza y sabiduría. Los gatos ganan, ganan siempre. Unos llevan gafas de sol, otros viven ajenos a un pasado oscuro, pero todos son felices en su mundo... y ahí tendré mi hueco, a mi medida, con mis reglas, unas reglas que nunca he aplicado y que ya es tiempo de hacerlo.

Sirvan estas palabras como despedida, como renovación, como dulce culto a una época que deseo recordar como algo que tuvo que pasar para que llegara esto. Y por fin cobra el mayor de los sentidos esa frase que tanto me gusta pero nunca pude pronunciar:

HE VUELTO... Y SOY MALO.