Cursor by www.Soup-Faerie.Com Crónicas de una hoguera: marzo 2008

Crónicas de una hoguera

lunes, marzo 24, 2008

Ayer



Ayer, cuando abrí un cajón que parecía sellado por no usarse en años, se escaparon miles de líneas gritando canciones tristes de libertad. A mi alrededor se arremolinaban frases escondidas en la memoria, creando un sentimiento de nostalgia que hace mucho no sentía. Anoche mi cuerpo dolorido me susurraba que todo había acabado, que mi corazón no latía como creía y que la verdad era la misma de siempre, pero no escuché una palabra. La sensatez se impuso sólo a medias, inundando sólo la cara visible de una carta arrojada al agua. De nuevo, los sueños me hablaron con unos ojos que miraban más allá de lo que me permitía seguir dormido. El sudor y un temblor nervioso masacraron mi mutismo, ahogando un grito en el silencio de la noche.

Las sábanas son nuestras amigas, nuestras confidentes, y conocen todos nuestros secretos mejor que nosotros. Ayer sólo me interrogaban una y otra vez con la pregunta de qué era lo que pensaba hacer… y no pude responder. El futuro se volvía amargo con tan sólo mirarlo, y el momento se hacía inalcanzable una vez más.

Ayer me desperté empapado en el sudor de mis sábanas, que luchaban porque entrara en razón, una razón que perdí en el camino quién sabe cuándo. Y sólo pude levantarme y volver a cerrar el cajón de nuevo.

viernes, marzo 07, 2008

La canción del piratilla

Hace ya un tiempo escribí una adaptación de la famosa "canción del pirata" con una temática muy "linuxera". Pensando, pensando, creo que se merece una entrada en este espacio, por lo que me he decidido a incluirla en él. Así pues, ahí va una modesta contribución al software libre, además de un homenaje a esa gran obra:

Con cien aplicaciones por distro
viento en popa a toda Linux
no corta la conexión sino vuela
un formato libre al fin.

Bajel pirata que llaman,
por su calidad, el Temido,
en toda la red conocido
del uno al otro confín.

El pingüino en la bandera riela,
en la popa gimen las ventanas,
y alza en blando movimiento,
olas de verde libertad;
y ve el software libre,
cantando alegre en los dicos duros,
Asia a un lado, al otro Europa,
y más allá a su frente la mar.

Que es mi Linux mi tesoro,
que es mi dios el compartir,
mi ley, las Creative Commons,
mi única patria, la libertad.

lunes, marzo 03, 2008



Te crees importante, imprescindible, lleno de cosas que ofrecer y compartir con los demás… y la verdad es que eres un pelele creado por tu propia mentira. La coraza que un día forjaste al fuego de una almohada empapada ya no sirve, y te encuentras en una encrucijada de la que volver será imposible. Y los gritos crecen cada días más dentro de ti, desesperados por romper la piel que los encarcela y chillar a la luna una sola vez más para despedirse de todo lo que se cree que fueron.

Una vez más, la estupidez hace gala de una imponente presencia mientras lanza miradas orgullosas a su alrededor. Pero todo eso se ha acabado, o quizás nunca acabe del todo. Nadie es imprescindible, nadie es recordable, nadie marca tanto como para borrar sus errores, ésa es la única verdad. Al final sólo queda una casa vacía donde antes hubo muebles y lámparas, recuerdos, conversaciones, miradas, risas, lágrimas y abrazos. Al final sólo hay unas paredes desnudas que ansían volver a llenarse con nuevos cuadros, nuevos muebles, nueva vida. Y en el descampado los antiguos muebles se pudren sin haber ni un momento de ternura en ellos, como un baile que debe acabar. Y ese tiempo ha llegado. Ya habrá nuevas sorpresas, nuevas ideas, nuevas sonrisas, y todo será mejor que ahora. Aquí se termina una obra ya representada demasiadas veces, con un público harto por un mal actor que nunca ha sabido llegar al corazón del patio de butacas, de esas personas que esperaban el giro inesperado que nunca llega. Es hora de cerrar y echar el candado al fin… el espectáculo debe continuar en otro lugar, pero no aquí.