Cursor by www.Soup-Faerie.Com Crónicas de una hoguera: enero 2007

Crónicas de una hoguera

martes, enero 30, 2007



Anoche se astilló un poco más. Cada sentimiento lo agrietaba un poco más, y cada palabra volvía a graparlo, clavando los extremos de un modo extraño y siniestro. Todo se rompía, nada era posible, y sin embargo llovía. Llovían mil formas de vencer, cada gota era una idea, un sentimiento, una pasión que se desbordaba y contagiaba al otro lado de la oreja. No quiero que se llame así, nunca pienso poner ese nombre... Nadie más que ella puede saber lo que que se esconde tras ese arcoiris que sale por las noches a la luz de la Luna, concediendo deseos a los ojos de un niño.
Sueños que se repiten, que me taladran la columna cada noche... y se disuelven en un vaso de colacao. Lágrimas que inundan toda una noche, y se secan en el lavabo. Todo parece rítmico, acompasado, como un plan estudiado que merece ser visto en una gran pantalla. Y el rollo sigue clavado en ese fotograma negro que se va quemando con la bombilla poco a poco, como si fuera la única escapatoria que le queda. Gomaespuma titilante, azote de entrañas, espigas afiladas.

viernes, enero 26, 2007

El círculo de fuego (2ª versión)


El baile del dragón comienza al atardecer. Lenguas de fuego estallan por toda la pradera. Algunos están al fondo, agazapados, abrazados a las piedras, sintiendo que son uno con la naturaleza. Algunas risas y llantos, poemas incompletos resuenan en todo el valle. Un delfín roza las copas de los árboles, y el sol no quiere abandonar su luz ni un día más. Sólo besa a su enemiga en ese anochecer especial en el que el baile de máscaras se destapa hasta reventar la piel de cada cuerpo en una explosión maravillosa de serpentinas multicolor.

lunes, enero 22, 2007

Hasta mañana, si yo quiero

Hoy me he despertado diferente, más sabio, más poderoso, como si todo lo que quisiera pudiese lograrse… y me he vuelto a dormir. Paso un kilo de tener que escuchar atentamente las súplicas de personas que ni me importan, y encima tendría que hacerlo porque me importaría: va con el cargo. Después de todo no se está tan mal, la vida pasa lo rápido o lenta que quieres, puedes volver atrás o ir hacia delante con ese mando del video invisible que te dan con el título. Es cierto que el examen es difícil, que en las prácticas se me fue un pelín la mano con lo del diluvio y que acordarse de los nombres y apellidos de cada persona es estar todo el día con la lista a cuestas memorizando datos (eso se le da bien a mi compañero de clases Noel Clauss… pero claro, yo elegí antes el puesto y se quedó sólo vacante el que tiene ahora). También es algo aburrido que todo el mundo se acuerde de ti para que pagues las cosas… es de “que dios te lo pague”… ¡uf! a ver si alguien me paga algo alguna vez a mí.
De todas formas no se está tan mal. Te levantas tarde, y si un día no quieres, pues a darle al pause y te quedas una eternidad en la cama. Lo que más me divierte son las imágenes que hacen de mí: ¿desde cuándo tiene nadie una cara en forma de triángulo y con un solo ojo? Algo absurdo ¿no? ¿Cómo voy a calcular distancias con un ojo sólo? Pero bueno, me da un toque misterioso que no está tan mal, la verdad. Y lo mejor de todo es que siempre llevo la razón, pase lo que pase, con eso de “los caminos del señor son inescrutables” ya está todo dicho. Da igual que te cargues una ciudad y conviertas a la gente en sal, que mandes a un montón de personas por el desierto durante un montón de días para nada o que hagas hacer a uno el primer trasatlántico del mundo y hagas un crucero con animales de pasajeros… aunque sea absurdo, sea raro… da igual porque “será por algo”. Y ahí estamos, día a día, al pie del cañón, a ver si alguien se acuerda y me trae cuando se muera una playstation, que lo último que me trajeron fue una pelota atada con una gomita a una raqueta y ya después de varios siglos… como que lo tengo dominadillo. Es que a Clauss se lo pido todos los años en mi carta, pero el muy bromista dice que no me he portado bien y tengo un montón de carbón. Menos mal que tengo un negocio de exportación de combustible fósil con el compi de abajo. Tú verás cuando se de cuenta de que todo el carbón es de azúcar… lo que nos vamos a reír. Y para la play… enchufes no tengo aquí, pero bueno, será cuestión de hacerlos, sabré algo de electricidad, digo yo ¿no? Rayos por lo menos sé hacer…

Bueno, me voy a dar una vuelta por ahí abajo, a ver si hago algunos truquillos… cosas sencillitas: panes y peces, algún terremoto, salvar un avión de caerse… cosas de primero de carrera, pero bueno… son vistosas.

PD: Que no se me moleste nadie, que sólo es una visión graciosa. Que cada uno saque sus conclusiones, pero con respeto.

viernes, enero 19, 2007


Era un día invernizo, de viento frío y calles solitarias. Sólo se veía una mancha gris en medio de la nada, una gabardina que acompañaba el ritmo de sus caderas mientras recorre con la mirada cada balcón, cada farola gris y oscura. Sombrero de ala ancha, botas y una melena rubia que le enmarcaban esos ojos azules que te taladran cuando te miran: así era ella. Bastaba un soplo de su aliento para que la locura se apoderase del más íntegro de los hombres. Allí donde llegaba, el silencio se adueñaba de todos, y ni el más atrevido podía acercarse a pedir de rodillas que le diese la oportunidad de amarla.
Las noches pasaban lentamente en aquel bar, en aquel rincón de la barra, lejos de miradas y mirones, solamente la copa y ella. Vodka con una pizca de limón, siempre tomaba lo mismo. Siempre la misma bebida, las mismas miradas huidizas, las mismas sombras. Y estaba triste. Triste por pensar que aquella sería su vida durante años, que todo lo que podía imaginar nunca llegaría, ya nada era como antes. Cuando era joven todo era diferente: su cámara siempre con ella, captando momentos fugaces que se le amontonaban en su cabeza... y las miradas se cruzaban día tras día, noche tras noche. Al cerrar la puerta de su casa sólo podía imaginar la aventura que tendría aquel día, siempre la había. Todo cambiaba, fugaz, precioso… como si de una niña se tratase, todo le divertía, le encantaba juguetear con su pelo mientras otros la miraban, era algo mágico.
Pero eso ya había cambiado. Era tanta la vida que tenía que la fue poseyendo poco a poco hasta convertirla en lo que era ahora, una sombra atractiva, triste y sola.

miércoles, enero 17, 2007


Un compás lejano resuena en mis oídos. Caja y bombo en un ¾ que arranca lágrimas de un bello pasodoble aún no escrito. Ya se siente, pero no verá la luz jamás, no tendría sentido que algo así fuese verdad, que se oyera en los rincones de la ciudad como un rumor popular más. Efímero y melodioso, ya murió antes de nacer. Vida de colores de guitarra con un repique de nudillos en una barra de bar.

lunes, enero 15, 2007

Pateando al diccionario

Bibo en un mundo yeno de kolor y famtasia, en el q las palavras pierden su sijnifikado para combertirse en lo + bonito dl uniberso. Cada tekla avre una nueba puerta a la kultura.
Oy siemto alegria cuamdo beo a los ninios camtando veyas kanciones de la hinfancia y me parece hin-creible q naide se de kuenta de la velleza d las palavras salvo esas tistres pájinas de los dicionarios q naide konsulta lla.

viernes, enero 12, 2007

Por fin un video de cosa rara porque sí. Juzguen, coparen y como habrá cosas mejores pues a aguantarse, que el ordenador no me daba para más.

miércoles, enero 10, 2007

Atardecer


Cada arruga inexistente lucha por salir de su cárcel envuelta en una manta de cuna. Atrás quedan risas y pasiones, tan sólo silencio donde antes había canciones absurdas. Todo es más gris y más vacío, ya la luz multicolor es sólo eso: luz. Nada de ollas con oro a sus pies, sólo una pradera lejana que saluda desde lo alto. No más lágrimas, no más sueños, esa es la canción que se oye en la noche, como si cada nota borrara un pedazo de mis venas hasta dejarme seco de angustia. Atardeceres que no veré igual se muestran más oscuros, como si el sol tardara menos en ponerse, como si no se detuviera por un segundo eterno para mí. Libertad desenfadada ante mí, atrás sueños rotos.

martes, enero 09, 2007

El círculo de fuego (1ª versión)


Cerrando un círculo roto por lenguas de fuego,
la arena se consume en un baño de sal amarga y sola.
Nubes de tormenta llegan a la playa,
sin excusas superficiales ni búsquedas empedernidas…
tan sólo aire.

Vida y noche, vómito de sangre en cada esquina afilada.
Una risa de cuervo burla los tapones
de los ojos
y cada carcajada se diluye
en el fondo del estómago.

viernes, enero 05, 2007

Por siempre nunca


Duele pensar que la noche sea tan larga. No amanece, salva. Ese abrazo protector desaparece cuando despierto y la realidad me sacude hasta reventar de silencio. Notas dormidas resuenan en mis oídos en el colchón como si en cada sueño no tuviera memoria, que vale todo con tal de respirar hondo en lo alto de una montaña cubierta de fina hierba. Ni una palabra, la saliva cuesta tragarla más de lo habitual, y una espesa niebla me invita a desaparecer en sus brazos sin ojos inquisidores. Punta de plata, corazón de madera, las sombras revolotean más y más alto sin que pueda coserlas a mis zapatos. Todo borroso, chirriante en la sangre de mi cuello como si de una hoja oxidada se tratase. Laberinto de ruidos y locuras, improperios apagados en una taza de café.

miércoles, enero 03, 2007


En la era de princesas desencantadas y supremacía de ironía absurda que no tiene lugar en ciertas bocas, existían briznas de alegría qu emanaba de las fuentes de la sabiduría. Todos podían sentir por un instante el calor de ese líquido verdoso que se esfumaba al contacto con el aire. La noticia de las fuentes recorrió todo el reino hasta que, de tanto acercar manos inertes a sus caños, se secaron. El conocimiento nunca más volvió a brotar, tan sólo pequeñas gotas que se entremezclaban con granos de hipocresía y tristeza que se arremolinaban en el fondo del estanque. Los días se volvieron noches, y las noches pesadillas interminables en las que los dragones deambulaban a sus anchas por las empedradas calles de las aldeas... todo en el más absoluto silencio. Un silencio incómodo que sólo se entrecortaba por el estallido de una risa malévola que surgía de entre los árboles que se vislumbraban en la profundidad del bosque. No pocos intentaron dar caza al artífice de tal desdichada suerte, sin éxito alguno. Nadie volvía jamás de la negrura del bosque. Y la risa se hacía cada vez más y más fuerte. Hasta que un dí, un chiquillo volvió de su búsqueda. Todos los que habían marchado seguían con vida: ninguno quería volver. La sabiduría estaba en el bosque, se había resguardado lejos de miradas inquisidoras y ávidas de poder. La risa era la de todos aquellos que se quedaban danzando alrededor de la fuente de sabiduría, ahora más verdosa que nunca.