Cursor by www.Soup-Faerie.Com Crónicas de una hoguera: agosto 2006

Crónicas de una hoguera

martes, agosto 29, 2006

El caballero negro (4ª parte)

A la mañana siguiente, una patrulla de moleks abordó la aldea. Nadie había visto jamás seres tan horrendos, pero su fama les precedía. Todos reconocían al instante quienes eran. Verdes, pestilentes y malvados. En sus ojos se reflejaba la maldad de su almas... así eran los moleks. Criados entre armaduras y sangre, su vida se reducía a la batalla y su destino el de servir a sus amos: el consejo de Graustol, los cuatro señores de las sombras.
Ante la mirada horrorizada de todos, se dirigieron a la choza del jefe del poblado, Trislán.
- Buscamos a un jinete... ¿Ha pasado por aquí? - dijo el que parecía el cabecilla de los cinco.
- No sabemos de nadie extraño por estas tierras. Somos gente de vida tranquila, siento no poder ayudarles.
- Sabed que cualquiera que ayude al que buscamos será considerado enemigo del consejo, y tratado como tal. Ahora repito: ¿habéis visto al jinete?
El jefe dudó, pero al fin sentenció: - Ya os he dicho lo que sé, no podemos ser de más ayuda.
- Quedáis advertidos. Es un enemigo de vuestro señor, recordadlo.
- Así será- dijo Trislán con una sonrisa forzada que repugnó al molek.
- Vámonos, estos humanos no nos sirven. Seguiremos el camino de Grustar hacia el norte, quizá esté allí, escondido en el bosque, moribundo.
Una polvareda inundó la plaza con la partida del grupo molek, montados en famélicos caballos que poseían una mirada vacía, sin vida. A lo mejor sólo era eso, que estaban muertos y reanimados por un perverso nigromante, tal y como rezaban las antiguas leyendas sobre los moleks.

lunes, agosto 28, 2006

La casa del ratoncito Pérez




¿Alguna vez os habéis parado a pensar el dineral que gasta el ratoncito Pérez en la construcción de su mansión? Hagamos unos números:

La idea de su "magna opera" nació a finales del siglo XIX (posiblemente 1894 ) y su autor es el Padre Luis Coloma. Desde Palacio pidieron al padre Coloma que escribiera un cuento cuando a Alfonso XIII, que por entonces tenía 8 años, se le cayó un diente. Y así fue cómo al jesuita se le ocurrió esta historia protagonizada por el rey Bubi, que era como la Reina María Cristina llamaba a su hijo, el futuro Alfonso XIII.

El ratón famoso lo único que hizo fue leer el cuento y hacer suya la idea. De ahí que se confunda la realidad con la ficción y viceversa. Pero la verdad es que el ratón que se lleva los dientes es solo un usurpador de las aventuras de un gracioso personaje literario.

Vamos a tomar cifras de España, aunque hay que mencionar que también existe tradición ratoncitoperística en Sudamérica. Así, creemos que el buscador de dientes español tiene un socio al otro lado del charco, que hace lo propio allá en las américas.
En cuanto a la natalidad, España, como todo el mundo occidental, experimentó un gran crecimiento demográfico en los años 1950 y 1960 (el llamado 'baby boom'). Con la llegada de la democracia y el fin de los años dorados de crecimiento, se produjo una pronunciada caída de la fecundidad. Actualmente, podemos fijar la cifra de 1,3 hijos por mujer, simpre en cifras aproximadas. En relación a esto, podemos decir que la media de natalidad, desde que la creación del cuento orientase al ratoncito Pérez en su obra, ha sido de unos 257.436 niños anualmente.
Desde 1894 hasta el 2006 han sido 112 años en los que a cada niño (28832832 niños en total) se le han caído un máximo de 20 dientes de leche por cabeza lo que hace un total de 576656640 dientes,aunque esta cifra no es exacta, ya que algunos niños no reciben nada a cambio de sus dientes, sino que él mismo se los roba, a lo que sus padres alegan que no existe ningún ratoncito Pérez, lo que hace pensar que hay una confabulación entre una asociación de padres y el ratoncito Pérez, para ocultar la grandiosidad de una casa de calcio de esta índole.
Si decimos que, de media le cuesta al dichoso ratón cada ladrillo bucal una media de 50 pesetas, tenemos la cifra de ¡¡¡14.416.416.000 pesetas!!!.
¿No os parece absurdo gastar una pasta así en una casa? A eso habrá que sumarle la limpieza de ésta, que se pone en un pico entre pasta de dientes, revisiones de dentistas, hilo dental, etc, sin contar con los viajecitos que se pega para conseguir un mísero ladrillo de apenas 3x3 milímetros.
Así que creo que yo seré un antiguo, pero me quedo con el ladrillo de toda la vida, que será más blando y se rompe más, pero está a la mano de todos. De todas formas...limpiad vuestros dientes, alguien los puede necesitar algún día.

domingo, agosto 27, 2006

Feria de Carnaval


Cada noche de Carnaval, cada mirada, fluye la agonía de un recuerdo olvidado. Las palabras se vuelven hechos, y los hechos, sueños. Un espejo esquizofrénico sigue la senda de los árboles talados en la memoria del bosque. No ocurrió. Jamás sucederá. El gato negro, el duende y las hadas de la Magia nunca estuvieron ahí. Son sólo señales de un futuro incierto y nostálgico por existir. Cada sorbo una lágrima, y cada lágrima un deseo que se escapa de unas manos inertes, mientras los dientes se desangran poco a poco, una vez más.

lunes, agosto 21, 2006

El caballero negro (3ª parte)


"Negra es la ventura para el caballero que rescate a la doncella de entre las garras del dragón. Cada lágrima que ella derrame por la alegría de su libertad será una gota de veneno que nublará la mente del guerrero. El brillo de esos bellos ojos se clavará como un puñal en su pecho. Su risa le atormentará en las noches de soledad como el crepitar amenazante de una hoguera alimentada con pasto húmedo.
Oid bien estas palabras antes de partir a la misión que se os ha encomendado.
Que Nefrell guíe vuestros pasos hacia la gloria."



Kendra no entendía el significado de aquellas misteriosas palabras. Era petrónico, un dialecto secreto de los hombres, tan sólo unos pocos iniciados tenían acceso a su comprensión. ¿Por qué llevaría un guerrero como éste un pergamino escrito en esa lengua maldita?
El caballero yacía aún en el lecho, sumido en un profundo trance tras el repentino y breve desperter que tuvo, en tre convulsiones de horor, como si vivera en una pesadilla desde hace demasiado tiempo. Aunque parecía que la hechicera calmaría su sed de curiosidad, sólo los dioses sabían cuándo despertaría el misterioso caballero.

Nomenclatura de un peso muerto

Anoche sentí la ingravidez en mi cuerpo... como antes, mucho antes. Seguía acostado en la cama, pero podía volar, rozar las hojas de los árboles y notar el rocío en mi cara. El viento y yo eran uno. Bajo las estrellas, entre ellas, alcanzaba bosques y océanos a la velocidad que sólo supera al pensamiento: el sentimiento. El sentimiento de estar vivo, ser vivo, saberme vivo.
Lástima que fuera un sueño. Aunque doy gracias porque lo fuera.