Cursor by www.Soup-Faerie.Com Crónicas de una hoguera: agosto 2009

Crónicas de una hoguera

viernes, agosto 14, 2009

Recapitulando

Hace un tiempo que lleva rondando en mi mente y, la verdad, es que no me he atgrevido a hacerlo por un cúmulo de razones que van desde la vagancia más pura y absoluta hasta el descubrir cosas de mi alma que me aterra conocer, además de algo tan simple como el hecho de desgajar mi alma de un modo más violento y profundo que nunca por estos lares. No obstante, una vez vencidos mis preocupaciones, creo que ha llegado el momento: es una lista de momentos en los que me he sentido realmente feliz, realmente yo, sin peros que valgan. Por supuesto, debo decir que no se debe tomar al pie de la letra porque hay situaciones que se pueden interpretar de modo diferente al que fue vivido... pero allá cada uno de deducir lo que le plazca, que para eso somos libres. El orden tampoco es relevante, y el número tampoco lo es, ya que lo más importante de todo es que me reservo algunas nuevas y desconocidas situaciones futuras que completen la lista del mismo modo que lo hacen en la libreta de los habitantes de ese extraño pueblo del relato de Jorge Bucay.

También debiera aclarar que, seguramente, algunas de los momeentos son irrepetibles y que ni siquiera tengo ganas de que ocurran, pero se quedan en mi corazón por lo importante que fueron en su momento.

  • La cara de mi madre cuando le di ese regalo inesperado.
  • El abrazo de Pedro mientras me decía que no se me olvidara lo importante y maravilloso que soy.
  • La primera vez que oí a mi hermana llamarme "amigo".
  • El sentirme el hombre más afortunado del mundo aquella noche en el hotel de Zafra.
  • El silencio, la luna justo enfrente de mí y conducir en plena soledad desde Mérida a Badajoz.
  • El aplauso del público del López justo después de terminar de cantar el primer pasodoble.
  • Aquella conversación con la desconocida en una noche que salí a tomar algo conmigo mismo.
  • Descubrir que podía sacar notas de una guitarra justo en el momento en que la descubrí encima del armario de mi abuela.
  • El momento de girarme con la beca puesta en mi graduación, terminando la carrera para mí, aunque aún no lo hubiera hecho.
  • El momento de silencio cuando piloté un ultraligero hasta Huelva.
  • El viaje de vuelta de la feria en taxi cogido de la mano y sonriendo a alguien que sabía que no volvería a tener y, aún así, nos hacía felices ese momento y no importaba nada más.
  • El agradecimiento de un cliente desconocido que reconocía la honestidad que tuve con él.
  • Jugar al parchís en fin de año en casa de Polo con mis dos mejores amigos.
  • La sonrisa de Pepe cuando le discutía en clase de Religión sobre la existencia de Dios.
  • Reencontrarme con mi profesor de Psicología y que dijese a sus amigos lo que disfrutó teniéndome en su clase, pero sobre todo que me llamase "una de las mejores personas que ha conocido".
  • Envolver junto a Mayca al lado del Puente Real, con tanta mala leche como con cariño un regalo para Luis.
  • Ver que miles de personas han agradecido que se escriba algo tan simple y se ponga a disposición de todo el que lo desee en Internet.
  • Quedarme sin voz en carnavales y tener que tomar corticoides para seguir cantando.
Claro que quedan muchos momentos por plasmar aquí, pero por primera vez, no quiero dejar a mi memoria que sea ella la que los rescate, sino a mi corazón el que me los muestre, por lo que iré ampliando esta lista en cuanto pueda. Hasta entonces, disfrutad y sed felices. Yo lo intentaré.